Decepcionante arranque del thriller que bebe demasiado de su gran referente, pero de la manera equivocada
No es solo que el thriller esté de moda, que lo está. Es que engancha. Y si está bien hecho, engancha mucho. Necesita un misterio potente, unos personajes cautivadores, crear una atmósfera de las que te atrapan hasta pensar que estamos en ella, algo bastante difícil si tenemos en cuenta que, por ahora, a los ingenieros tecnológicos no se les ha ocurrido nada que nos pueda hacer atravesar la pantalla de nuestro televisor (por mucho 3D o salas de cine que comienzan a experimentar con olores). Por suerte contamos con algo tan poderoso como es nuestro cerebro, que a través de conexiones emocionales suple las carencias que a veces los sentidos no nos pueden proporcionar de primera mano.