10 ene 2014

Pensar antes de enviar

¿Alguna vez, mientras estabas actualizando tu timeline de Twitter, has pensado que alguien a quien sigues debería Pensar Antes De Enviar? Nosotros también, y a menudo.

Tiene toda la razón del mundo Maxi Iglesias. Para llevar ese fular al cuello te tiene que gustar mucho, porque sino puedes quedar como un auténtico mamarracho. Aunque creemos que lo que realmente quería decir este chico es que "te tienes que gustar mucho" ¡para fotografiarte de esa guisa! ¡Esa mueca Tuenti es lo más! #Aburrido0oenLcoXeEe

Cada vez que Blanca Romero no puede dormir, se pasa por Instagram a ver si encuentra el filtro con efecto somnífero. O algo así debe de pensar ella en ese trance. No acabamos de entender el efecto de sombras de palmeras y algo que parecen palomas de la paz después de un baño radiactivo.

Vamos a contar las cosas como son: cuando vimos esta foto de Hilary Duff la incluimos de cabeza por esa falta de decoro tan evidente, pero al fijarnos en el avatar que se ha puesto la muchacha ¡no dimos crédito! ¡Viva la foto en el espejo...! Sobre todo si está a la vista del mundo entero y, para más inri, tienes varios millones de seguidores. ¡Ole la falta de vergüenza! #reshulonahastadecirbasta

¡Nos encanta el hijo de Ana Milán! ¡Es un sabio! Por eso nosotros cuando nos vemos obligados a llamar "guapo" o "guapa" a alguien que no nos lo parece, acabamos diciendo "guapi". Porque así pierde todo el significado. Pero vosotros sois guapis de verdad, ¿eh?

Queridos, esta instantánea de Paco León es España. ¿Que en el texto dice trabajando? Gracieta sexual. ¿Que ella va con falda? Gracieta sexual. ¿Que la fotografía es muy folclórica? Gracieta Morales. #lohemosvueltoahacer

Y, para terminar, la lección de Dylan McDermott que semana a semana nos deja anonadados y naufragando entre dudas existenciales. Esta vez nos indica, bien observado, que antes de que el Fénix pueda resurgir tiene que haber ardido. O lo que es lo mismo, que antes de que Matthew McConaughey estuviese nominado a los Globos de Oro tuvo que hacer mucha mierda antes. O que antes de que Ana Obregón se marcase la extraordinaria idea de su particular Homeland afgano tuvo que tener un par que solo llegasen al notable alto como Ana Y Los Siete y Ellas Y El Sexo Débil. Todo tiene sentido, niños: si queréis triunfar por todo lo alto, ¡fracasad antes!