7 ene 2014

Cinco datos que debes saber sobre Sherlock

· Martin Freeman (Watson) era uno de los protagonistas de The Office (británica)

· El piloto que todos hemos visto es una segunda versión, BBC dijo no a la anterior

Ya estamos en el ecuador de la tercera temporada de Sherlock, y es hora de preguntarnos si en realidad sabemos tanto sobre esta serie como de lo que presumimos. Por ejemplo, ¿por qué se hizo conocido Martin Freeman, el Watson contemporáneo definitivo (con permiso de Jude Law)? Y, pese a ser un exitazo, ¿lo tuvo fácil desde el principio? Aquí te resolvemos eso y mucho más.

1. Martin Freeman es el John Krasinski británico. ¿Que quién es ese? Pues Jim Halpert de The Office. Vamos, que Freeman interpretó a este personaje, que se llamaba Tim Canterbury, en la The Office original de Ricky Gervais. ¡Tantas vueltas para esto!

2. El actor que interpreta al hermano de Sherlock, Mycroft, es en realidad uno de los dos creadores de la serie: Mark Gatiss. ¿Quién dijo pluriempleo?

3. La fachada de la casa de Sherlock no está rodada en Baker Street porque, como es lógico, la calle está llena de homenajes a este personaje. Taparlo todo era demasié, así que trasladaron el rodaje a otra calle a menos de un kilómetro de la original. Por cierto, tan presente está Holmes en esta zona de Londres que su silueta aparece hasta en las paredes de su parada de metro. Sí, venimos con pruebas:

4. El proyecto se anunció como una película para televisión de 60 minutos, que si tuviese audiencia pasarían a ser seis. Se rodó una primera versión del piloto (que costó 800.000 libras), pero fue tan desastroso que la BBC pidió que se volviese a rodar. Esta versión, que no se llegó a emitir, está en el DVD inglés de la primera temporada.

5. Benedich Cumberbatch protagonizó una adaptación teatral de Frankenstein con Johnny Lee Miller, el Sherlock de Elementary. Según la función, uno hacía de doctor y otro de monstruo. Suponemos que para que no hubiese rivalidades. O para ahorrarse traumas innecesarios de carpeteras al ver a sus ídolos deformes. Qué retroceso a la creatividad, eso del carpetismo.