31 dic 2013

Cinco capítulos de nochevieja que reivindicar

· Michael Scott, Kevin y un trozo de brécol. El surrealismo en estado puro

· Mulder y Scully se dieron el primer beso a la llegada del 2000

Todo el mundo está aprovechando estas fechas para recordar los mejores capítulos navideños de sus series preferidas, pero nosotros hemos querido darle una vuelta de tuerca y, en su lugar, se nos ha dado por escoger cinco capítulos que tienen lugar en fin de año que nos han parecido graciosos, significativos, curiosos o, simplemente, que nos ha apetecido recordarlos. Aquí está nuestra selección.

Corría el año 1999 y... ¿te acuerdas del efecto 2000? Pues en Expediente X jugaron con todo el miedo que rodeaba la entrada a este año, aunque sustituyeron la tecnología por el fanatismo religioso y unos zombies muy malos que se querían cargar el mundo, básicamente. Pero lo más emotivo de todo fue el momento de la cuenta atrás hacia el año nuevo, ya que supuso la primera vez que Mulder y Scully juntaron sus labios y se fundieron en el acabose de toda esa tensión sexual que llevaban acarreando durante seis temporadas enteras.

La nochevieja televisiva también nos ha dejado uno de los momentos más grandiosos de la comedia estadounidense: el baile de Monica y Ross en Friends mientras intentaban subir posiciones como público bailongo de un especial fin de año a cuya grabación asistieron. A ver quién es el valiente que lo imita en casa sin sufrir daños físicos y, sobre todo, psicológicos de por vida.

Muy distinto ha sido el capítulo de fin de año de Mad Men, en el que justo antes de despedir 1964 Don Draper hacía una visita prolongada a Anna y se enteraba de una mala noticia que le impactaría y condicionaría especialmente. Eso sí, de vuelta al hogar le faltó el tiempo para reunirse con los colegas de trabajo e irse a fiestas con compañías de dudosa reputación.

El año pasado, en Modern Family tuvimos un claro ejemplo de cómo las viejas glorias (no, no nos referimos al personaje de Sofia Vergara) se quedan en eso si no se cuidan. Fue el capítulo en el que la familia al completo llegaba a un complejo hotelero que Jay recordaba con gran cariño, pero que con el paso de los años se quedó en una muestra más de la decadencia. Nos gustó también mucho el planazo de nochevieja de la familia: jugar a las cartas. ¡Es que se necesita bien poco para ser feliz!

No es exactamente un capítulo de nochevieja, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de reivindicar uno de los momentos más surrealistas y bochornosos de The Office, y esa no es tarea fácil. El año estaba a punto de terminar y los trabajadores de Dunder Mifflin daban cuenta de sus propósitos en la sala de juntas. El de Kevin: comer mejor, aunque su fobia a las verduras provocó que Michael le pusiese un brécol crudo en la boca y lo obligase a comérselo delante de todos sus compañeros de trabajo. ¡Pobre Kevin, lo que tuvo que aguantar y las risas que nos echamos a su costa!