Si hablamos de género absurdo y protagonista latina, lo tengo claro: la de America Ferrera le da mil vueltas
Cuando a mediados del octubre pasado se estrenó Jane The Virgin tuve muchas ganas de que me gustase. Primero, porque su trama era tan absurda que podía dar un producto maravilloso, divertido y desternillante. Segundo, porque todo el mundo hablaba tan bien de ella que no podía ser que tanta gente estuviese equivocada. Pues bien: o soy un bicho raro o la media de los gustos ajenos va a la baja. Y no será porque no conecte con su género telenovelesco: llevo vista la mitad de la primera temporada de Ugly Betty, la versión estadounidense de la mundialmente famosa Betty la fea, y me encanta.
La memoria televisiva suele ser muy limitada. Si hacemos vista atrás, solo hay cuatro o cinco títulos que generan debate o se consideran obras maestras (sí, esas que tú también dices que has visto aunque sabes que algunas todavía te quedan pendientes), y el resto son tratadas dentro del género de la nostalgia, sin más. Por eso, en cuanto Jane The Virgin comenzó a generar una gran conversación en cuanto a la variedad cultural en la pequeña pantalla, me sentí indignado. Indignado por cómo se puede obviar que hace menos de una década (Ugly Betty se emitió de 2006 a 2010) ya hubo una protagonista latina en horario de máxima audiencia. Por entonces no la había visto y ahora mi indignación es mayor: ¿cómo se le puede llamar divertida a la serie de la CW teniendo esta referencia al alcance de la mano?
Yo, honestamente, no me reí ni una sola vez viendo el piloto de Jane The Virgin, mientras que llevo 12 capítulos pasándomelo muy, muy bien con Ugly Betty. Me parece que su protagonista tiene muchísimo más encanto y además, frente al Globo de Oro que se llevó Gina Rodriguez a mejor protagonista de comedia, America Ferrera se llevó ese y también el de mejor comedia para su serie. ¿Por qué digo esto? Para que los que piensan que estas "series menores" son mejores cuantos más premios y reconocimiento, lo tengan en cuenta. Sí, con chulería, por qué no.
En realidad son dos series muy similares, solo que en Betty no hay relación sentimental entre mujer latina pobre y pobre niño rico (al menos hasta donde yo he visto) y tampoco se profundiza demasiado en la cultura latina. Está presente, desde el momento poncho del piloto, la casa de Betty y el modo de vida de su familia, o también los hilarantes guiños a la telenovela en el televisor de su padre Ignacio. Grandiosos los clips protagonizados por una mujer embarazada y su amante, un cura que no se ha enterado muy bien de cómo va lo del voto de castidad. Tampoco lo necesita. Betty está a medio camino entre dos mundos -la revista Mode y el barrio de Queens- y sus diferencias abismales son palpables continuamente. ¿Por el resto? Se podría decir que sus siluetas se han marcado con el mismo patrón. Cosa no muy difícil ya que el contexto del que vienen suele ser un corta y pega constante donde solo varían nombres y ambientación.
Ugly Betty tiene un ritmo ágil, unos personajes muy bien definidos y que no desvarían en la caricatura, sino que lo son ya desde el principio. Algo que se agradece porque, de este modo, no se les puede recriminar que hayan perdido el norte: es que han sido concebidos para ello. Mezcla perfectamente los momentos divertidos con los de la patata, tiene un lenguaje visual interesantísimo (esos zooms, esos primeros planos de reacciones autoparódicos) y consigue eso que Shonda Rhimes tiene como máxima en su productora: nunca aburras.
Yo no encontré nada de eso en lo que muchos definieron como "uno de los mejores pilotos de la temporada". Me encontré un quiero y no puedo donde su premisa absurda se desinflaba por completo en un guion normalito, sin una sola gracia que me gustase (¡y yo que soy muy de criticar a #PAU2015 Paulina Rubio!), con unos personajes insulsos y una supuesta novedad que brillaba por su ausencia. Me gusta mucho Ugly Betty y no he podido ver más allá del piloto de Jane The Virgin, pero llamadme bicho raro. Es mejor pensar eso a que nos conformamos con cualquier cosa. Y lo dice alguien que ha visto Revenge entera.