Una casa enorme, dinero a raudales, traiciones... ¿Seguro que estamos viendo Revenge y no reposiciones de Dinastía?
Revenge es uno de los productos más interesantes de las grandes cadenas americanas. Decir esto seguro que hace que muchos se tiren de los pelos porque no es Breaking Bad ni nada más parecido, ¿a que sí? Pero pensémoslo bien: tiene de todo para mantener el interés de la audiencia, momentos para ponerse a hablar del último capítulo durante horas, surrealismo para dar y tomar y todos los estereotipos de los culebrones de los 80 que siguen funcionando a la perfección aún hoy en día. ¿Es o no es algo a celebrar? He aquí cinco razones por las que Revenge bebe directamente de esa gran década de la televisión más ostentosa.