· Ocho años de Cordell Walker y de Don Draper
· Los dos son muy mujeriegos... aunque solo uno en la vida real
Dos estilos de hombres, dos estilos de actores, dos estilos de prácticamente todo de lo que pueda haber estilos en la vida. Y sin embargo, Jon Hamm (que sí, que sí, Don Draper) y Chuck Norris no están tan distanciados como pudiese parecer. Y no, los tiros no van por que Norris sea un Dios de Internet con sus memes y que Hamm sea una especie de deidad sexual para mucha gente. Va mucho más allá de eso.
1. Sus papeles más famosos les han durado exactamente el mismo tiempo: ocho años. Norris interpretó a Cordell Walker de 1993 a 2001 (si no contamos una TV movie en 2005), y Mad Men comenzó en 2007 y terminará el próximo año 2015. ¿Casualidad? No lo creemos.
2. Sus primeros trabajos en la interpretación fueron muy, muy, muy, muy pequeños: Hamm se estrenó como tío guapo en el bar en Ally McBeal (1997), y Norris en la película La mansión de los siete placeres (1968), protagonizada por Dean Martin. ¿Casualidad? Seguro que tampoco.
3. Norris confesó en 2004 que su segunda hija, nacida en 1964, fue fruto de una infidelidad a su mujer por entonces, Dianne Holechek (estuvieron casados desde 1958 hasta 1988). Hamm tiene una relación mucho más sana, aunque no se puede decir lo mismo de las de su personaje Don, al que todos conocemos por ser un mujeriego empedernido. ¿Casualidad? Nuestro pálpito nos dice que no.
4. Los dos son muy deportistas: a Hamm le encantan el golf y el hockey, mientras que Norris se pasó media vida compitiendo en combates de artes marciales hasta que creó su propia modalidad: el Chun Kuk Do. Tiene diez reglas básicas (un código de honor, vaya), entre las que se encuentra "siempre seré fiel a mi Dios, mi país, mi familia y mis amigos". ¿Cómo se puede ser fiel a Dios mientras das patadas? ¿Y lo de ser fiel a su familia lo escribió antes o después de ponerle los cuernos a su primera esposa? Son misterios que jamás resolveremos (bueno, lo segundo sí, porque fundó el Chun Kuk Do en 1990). ¿Casualidad? Imposible.
5. Aunque sus capacidades interpretativas no están muy, digamos, equilibradas, lo cierto es que a ambos los recordaremos siempre por un solo gesto. ¿Casualidad? Esto en cualquier universidad nos lo certifican.
6. Ah, claro, y la que origina esta entrada: que los dos están hoy de cumpleaños: Jon cumple 43, y Chuck 74. ¡Felicidades a los dos! Y sí, si hasta ahora todas las coincidencias te habían parecido muy pilladas por los pelos, ya sabes cuál era la excusa para todo esto. Mea culpa.