17 feb 2014

De modelos en horas bajas a costureras espías

· Velvet contra B&B: la moda en la industria y en la prensa

· Nicollette Sheridan empezó como una joven modelo en Paper Dolls

La moda siempre ha sido un sector que ha interesado mucho a los productores televisivos, y eso que pocas veces una serie que gira en torno a ese mundillo tiene un gran éxito. Pese a todo, Telecinco y Antena 3 la retratan desde esta noche bajo distintos puntos de vista: el de la industria en los años 50 (Velvet) y el de una revista contemporánea (B&B). ¿Quién ganará? Como de momento no puedo responder esta pregunta y paso de predicciones que luego me puedan dejar en mal lugar, he preferido echar la vista atrás (a veces no tan atrás) para recopilar algunas series que pasaron entre sesiones de fotos, agujas, pasarelas y diseños de patrones.

La miniserie australiana Retorno A Edén narraba la vida de Stephanie Harper, una rica poco agraciada físicamente que acabaría teniendo una reconversión en Tara Welles después de un desafortunadísimo incidente que no os desvelamos porque debéis verla con vuestros propios ojos. Con su nuevo nombre llegó a una agencia de modelos y le dijo a la directora: "en seis meses quiero ser portada de Vogue y tú me ayudarás a conseguirlo" (o algo parecido). Partiendo de la base de alguien que llega con esos aires, no sabemos cómo la acaba contratando, es portada de Vogue y muchas más revistas y protagoniza unas sesiones de fotos durante las cuales te dolerá la mandíbula de tanto reírte al ver sus posturas imposibles.

Problemas con el alcohol y las drogas, romances entre los magnates de la moda y de los cosméticos, resentimientos familiares, carreras a pique, embarazos... ¡No le faltaba de nada a Paper Dolls, y eso que solo duró 14 capítulos! Pero valió la pena por descubrirnos a una Nicollette Sheridan (Mujeres Desesperadas) post-adolescente que solo dos años después daría el salto a la fama gracias a su papel en California, el spin-off de Dallas (una de las series a las que aspiraba a convertirse con esa opulencia tan de los 80).

Qué dura es la vida de la gente que quiere mantenerse siempre joven y glamourosa, y si no que se lo digan a Edina (relaciones públicas) y Patsy (accionista en una revista de moda), las protagonistas de Absolutamente Fabulosas. Fuman sin parar, beben todo lo humanamente posible (decir "hasta el agua de los floreros" sería quedarse corto), se drogan, se operan y hacen lo que haga falta para que no se note que los años pasan por ellas... Aunque casi todo lo que hagan para conseguirlo sea contraproducente. ¡Lo que hace tener dinero a montones!

En realidad nos valdría Yo soy Betty, la fea, Yo soy Bea, Betty o cualquier otra adaptación de este culebrón colombiano de 1999 en el que una pánfila secretaria se acabará transformando en un bellezón (por eso Ruth Núñez fue la protagonista de la versión española) y ganándose el corazón de su jefe, el director de una revista de moda muy importante. Tanto, que en Yo Soy Bea acabó siendo presidida por una peluquera de barrio (Ángeles Martín).

The CW quiso llamar la atención del público estrenando TBL, una serie sobre jóvenes modelos en busca de la fama compartiendo residencia. Contaba con la resurrección televisiva de Mischa Barton, esa gran actriz que, además, acababa de pasar por un momento de su vida muy bueno y prácticamente pasaba desapercibida para la prensa del corazón. Además, Ashton Kutcher era su productor ejecutivo, y ya sabemos que todas las series que ha producido han tenido un éxito desmesurado.

Qué decir de Sira Quiroga o Arish Agoriuq, esa mujer que cosía vestidos en el Madrí de los 30 y acabó siendo una espía para el gobierno británico. Empezó siendo una muchacha de su casa y de su barrio y acabó convirtiéndose en toda una femme fatale adicta a los turbantes y a fumar con boquilla. El Tiempo Entre Costuras será recordada durante mucho tiempo, y no descartaríamos que de repente se inventasen una segunda parte para exprimir el éxito.