Cuando nos enteramos de que Tamara Falcó iba a tener su propio programa saltamos de alegría. ¡Por fin una frikada para reírnos a gusto! Pero visto lo que emitió anoche Cosmopolitan, se ha convertido en un bluff de dimensiones estratosféricas. Falta de contenidos, falta de ritmo, falta de carisma, falta de todo lo que tiene que tener un buen reality o, perdón, personality, como nos lo hace ver ella.
Claro que Tamarita no va a ser una eminencia, no nos va a deslumbrar con sus conocimientos, pero ¿era demasiado pedir que por lo menos fuese divertido verla? Ya que es tontita y clasista, al menos podían ponerla en situaciones que la volviesen incómoda, algo así como a Paris Hilton en la granja, para soltar alguna carcajada a su costa. Aquí te damos solo unos pocos motivos por los que no nos ha gustado nada el programa, ni ella como protagonista. ¡Qué cruz!
Pero hay algo bueno que decir del programa, y es que está muy bien hecho. Los planos son bonitos, Madrid parece un lugar bucólico... Pero ya, un producto no se puede sostener así. Por cierto, solo lo vieron 15.000 personas. La película que emitió el canal a las 12 y media tuvo el triple de audiencia. Seguiremos viéndolo por morbo o masoquismo, pero más vale que esto mejore.