Tras ver el piloto de Orphan Black nos rendimos a sus pies. Solo hemos necesitado 40 minutos para defenderla a capa y espada. ¿Por qué?
Porque las historias de "chica que suplanta la personalidad de otra y tiene que agudizar el ingenio para que no la descubran" siempre enganchan al espectador.
Porque tiene un guion que funciona con una precisión digna de un desactivador de bombas dudando entre el cable azul o el rojo.
Porque su protagonista Tatiana Maslany tiene gancho y es como Tina Majorino pero en mona y más resuelta.
Porque la mezcla de géneros es exquisita y pasamos por el drama, la comedia, la acción o el thriller futurista sin apenas ser conscientes de los cambios.
Porque si adoramos la BBC inglesa, ¿cómo no nos va a fascinar su versión americana?
Porque está destinada a ser la madre de todos los que quedamos huérfanos tras Alias y 24.
Bonus track: No todo iba a ser bueno. El personaje de Felix es ¡insoportable! y no podría estar más estereotipado.
Artículo de Mr. Roma