16 abr 2014

TOPe fuerte: España cañí y olé

Los años 90 de la ficción española deberían ser como un agujero negro del que nadie se acordase. ¿Cómo es posible que un solo país haya producido tantos títulos frikis en solo diez años y en solamente tres canales? ¿Alguien nos lo puede explicar? Son tantas que renunciar a muchas de ellas para quedarnos solamente con 10 ha sido una tarea nada pero que nada fácil. Y no, no es que estuviésemos centrados en los 90, ¡es que curiosamente lo más castizo se dio en esa época (consideramos el primer par de años del milenio dentro de la categoría, por la herencia cultural)! He aquí el TOPe fuerte de la España más castiza a través de sus series.

Antes de parodiar al Rey, Juanjo Puigcorbé hizo en Un Chupete Para Ella (2000-2001) de un repentino padre al que le dejaban una pequeña criatura en la puerta de casa. El periodista, despreocupado y viva la vida, tuvo que acostumbrarse a la responsabilidad de tener una vida a su cargo (pero con ayuda de las vecinas, eso sí) y a la vez averiguar quién era la madre.

Ana Obregón y Antonio Resines juntos ya puede ser muy heavy, pero si a eso le añades una pandilla de adolescentes la cosa puede no tener vuelta atrás. En A Las Once En Casa (1998-1999) Anita era la segunda mujer de Resines, y si de algo me acuerdo de esta serie es de que cada 2 por 3 hablaban de los Backstreet Boys (en un capítulo salieron ellos de verdad haciendo un cameo).

¡Viva la picaresca española! Arturo Fernández y Francisco Rabal hacían en Truhanes (1993, la primera comedia de Telecinco) de dos estafadores, muy rollo Los Ladrones Van a la Oficina, pero se podían resguardar en que era una adaptación de la película homónima de 1983. Rabal estuvo nominado al TP y ganó el Fotogramas de Plata televisivo por este papel, y Arturo Fernández pues... bastante tiene con ser Arturo Fernández.

Abierto 24 Horas (2000-2001) fue una comedia protagonizada por Luis Merlo haciendo de un mujeriego empedernido y Pilar Bardem como su madre excéntrica, encargados de llevar el desastroso negocio familiar de un 24 horas, como su nombre indica, llamado De sol a sol.

¿Hay algo peor que una serie de Ana Obregón? Lo tiene difícil si la alternativa es una serie de Paz Padilla, y más si hace de genia como en ¡Ala... Dina! (2000-2002), con lo que los efectos especiales de la televisión española de los 90 supone. Todavía se nos estremece el cuerpo cada vez que nos acordamos del pijo Chemita y los chistes que se hacían a su costa.

Alfredo Landa hacía en Lleno, Por Favor (1993) del dueño de una gasolinera al que no le faltaba de nada: católico, franquista y del Real Madrid. ¿Puede haber un prototipo facha peor que ese? Bueno, hoy en día no se sabe si es peor ser fascista o simpatizante de ciertos partidos legalizados. Y no precisamente con pocos escaños. Solo tuvo una temporada, y eso que el final reunió a más de 7 millones de espectadores.

El Fary protagonizó Menudo Es Mi Padre (1996-1998) haciendo de un taxista, cosa que no le debió de resultar muy difícil ya que él lo había sido antes que cantante, que tras una temporada se quedaba viudo de Kiti Manver y a puntito estuvo su personaje también de irse al otro barrio. ¿Por qué? Porque pidió un aumento de sueldo importante, y lo enfermaron para hacerle ver que no era tan imprescindible y, de paso, bajarle los humos.

Encuesta rápida: ¿Cuántos de vosotros recordáis la sintonía de Hostal Royal Manzanares (1996-1998) sin echar mano de YouTube? Cómo olvidarse de Lina Morgan, sus piernas, sus labios de pato, sus sombreritos... Y al sinfín de personajes que la rodeaban: Ana Obregón (¡viva el momento caída!), Mónica Pont (sí, esa chica "actuaba"), Pedro Rollán e incluso Lolita, por nombrar solo a un par de ellos. Todavía hoy recuerdo, por entonces, que la boda de Reme con Luis (Joaquín Kremel) había aparecido en portada de Pronto. Y si no sucedió nunca, prefiero recordarlo así.

La Casa De Los Líos (1996-2000), con Arturo Fernández, nos enseñó que la palabra "chatííííín" debería estar prohibida y que Amparo Baró da las collejas con muchísima más gracia. El actor negoció su continuidad en la serie reivindicando que los "excesivos cortes de publicidad" hacían que la serie se tuviese que conformar con un 27% de share en lugar de un 30%. De locos.

Pero sin duda la ganadora es Manos A La Obra (1997-2001), esa serie que medio país conoce como Manolo y Benito, ¡y no será por veces que la han repuesto (sin contar aquel revival que, gracias a las deidades, no cuajó)! Este par de obreros eran unos auténticos chapuzas, sobre todo Benito, que casi prefería no tener nada que llevarse a la boca antes que dar el callo. Cómo olvidarse de aquel supuestamente heterosexual Jesús Vázquez yendo de macho alfa, la ayudante rusa o la entrañable Carmen Rossi, que falleció unos meses después de cancelarse Manolo & Benito Corporeision.