30 abr 2014

TOPe fuerte: Disca china filipina

Si no tienes a una china en tu reparto, no eres una serie que merezca la pena. Bueno, tampoco hay que exagerar, pero lo que es verdad es que tener a un personaje asiático da mucho juego, y siempre crea una imagen de diversidad, de adaptación a los cambios sociales y de "mira qué modernos somos". En el ranking de hoy, elijo mis 10 chinas (vale, asiáticas) de series favoritas.

Yuki (Con El Culo Al Aire) es lo que se dice una criminal en potencia. Bueno, en potencia y en la práctica. Poco le queda para que la encierren en la cárcel, al paso que va la muchacha.

Julie fue novia de Ross en la segunda temporada de Friends, aunque este no fue su único chico en común con Rachel: después de que el personaje de Aniston tuviese un rollo con Russ, el doble de Ross, también Julie cayó en sus redes. Con lo pardillo que era el pobre y lo enganchadas que quedaban de él sus novias (a no ser que se pasasen a la otra acera).

Entre los hitos de la doctora Chi Park (House) se encuentran los motes que la acompañaron durante su infancia y su juventud: como siempre estaba estudiando, se ganó el de The Bookie Monster y, cuando la dejó su novio y engordó una barbaridad, pasaron a llamarla Park-ing lot (aparcamiento). Nada sutil, vaya.

Sloan (The Newsroom) es inteligente, muy inteligente, por lo tanto es inepta socialmente. Sí, un poco estereotipada, si le sumamos su más que agraciado físico (Olivia Munn empezó como modelo y sus fotos no eran precisamente muy discretas) en plan "qué contradictoria soy".

Las asiáticas son conocidas en el mundo entero por su capacidad para las artes marciales. ¡Venga topicazo! A no ser que hablemos de la última de las Nikita, una verdadera femme fatale interpretada por Maggie Q que tanto te dejaba noqueado con una patada como te metía un virus en el ordenador con sus dotes de hacker.

Las Kim de Las Chicas Gilmore eran maravillosos. Por un lado estaba la señora Kim, la china católica extrema que mantiene a raya a su hija en el camino del Señor, y por el otro estaba su hija revolucionaria, Lane, que tenía todo un sistema de escondites a lo largo y ancho de su habitación para que su madre no descubriese sus gustos musicales y literarios.

El ejemplo contrario de niñas chicas está en la pequeña Lily (Modern Family), que desde que ha aprendido a hablar ha sido un no parar de momentos graciosos, como cuando se dio contra una columna en el patio del colegio. ¡Todavía nos duele el golpe!

A cuadros nos quedamos cuando nos enteramos de que Sun (Perdidos) no es que entendiese el inglés, sino que lo hablaba fluidamente. Nos hizo entender que muchas veces las apariencias engañan y que la realidad es mucho más complicada que la imagen que se proyecta al exterior. El final de su historia de amor con Jin es uno de los más bonitos que recordamos.

Cristina Yang (Anatomía De Grey) viene a ser la versión de Sloan bien hecha (y sin ser una tía buena): lista, pero con una apatía descomunal. Aunque últimamente está tan desdibujada que la adoramos por el recuerdo de lo que fue. Todavía nos acordamos de cuando tuvo que recordar que era americana cuando la llamaron para atender a un paciente coreano que no hablaba inglés, o del enfado de la madre de Burke al hacer bromas con el nazismo siendo judía. Enorme.

Ling Woo (Ally McBeal), o realmente cualquier serie en la que aparezca Lucy Liu. Fue el personaje asiático más memorable de los 90 y se la consideraba la representación del estereotipo de la dragon lady: fuerte, mentirosa, dominante y misteriosa. Y, además, la sensualidad personificada.